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es necesario reclamar Feliu Elias (Barcelona, ​​1878-1948) como uno de los más grandes artistas del país del siglo XX. Figura polifacética, además de pintor, cultivó la caricatura y la ilustración en la prensa y la crítica de arte. Mordaz, polémico, incorruptible en ambos sentidos, curiosamente como pintor se le asocia con el “realismo”, de ahí el subtítulo de la exposición presentada en el Museu Nacional d'Art de Catalunya: La realidad como obsesión.

En el catálogo se explica debidamente que este artista, inicialmente incómodo y extraño, comenzó a recuperarse en los años ochenta cuando se sumó a la famosa exposición. los realismos (1980) en el Centro Pompidou de París y, poco después, cuando se presentó una memorable exposición sobre el artista –con textos, entre otros, de Francesc Fontbona– en el entonces llamado Museu d'Art Modern de Barcelona en 1986.

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Desde entonces, su presencia ha sido fundamental en exposiciones que abordan la problemática de la figuración entre guerras, como las comisariadas por Tomás Llorens o Juan Manuel Bonet. Sin embargo, desde aquel lejano año 1986 no se había presentado ninguna otra monografía sobre el artista, por lo que esta reseña fue convincente.

La recuperación del artista comenzó en la década de 1980, cuando formó parte de la famosa exposición 'Les Réalismes' en el Centro Pompidou de París.

“Búsqueda de la pura realidad”, “obsesión fetichista”, “frialdad fotográfica”, “perfección técnica”, “virtuosismo”, etc., son expresiones con las que se describe a Elías, pero es necesario resaltar que Su pintura está ligada a las grandes corrientes de la modernidad.. Feliu Elias no sólo relee la tradición de la gran pintura, sino que también se informa y conoce de primera mano la “Nueva Objetividad” o “pintura metafísica”, experiencias que reivindican la figuración desde una perspectiva innovadora y que desbordan su obra.

El realismo de Feliu Elias es pura creación del espíritu. La exposición incluye una cita de un contemporáneo:rafael benet-, crítico y pintor-, que advirtió que su cuadro ardía; Ésta es la dimensión diabólica y perversa que cohabita en el “realismo” de Elías. En efecto, a pesar de ser calificado de realismo, el artista utiliza estrategias (cambios de escala, brillos, sombras, etc.) introducir una dimensión virtual y mejorar un efecto mágico. Así, en una de las tarjetas se observa que las proporciones de los diferentes objetos representados en la obra titulada La galeria (1928) están en desacuerdo con la búsqueda de esta inquietante expresividad.

'Caram, caram!... Vê se ele enfrenta o agafaré jo...', 1918

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'Caram, caram!... A ver si se enfrenta al agafaré jo...', 1918

La exposición comisariada por Mariangels Fondevila Es seguridad mariona contempla las tres facetas del creador, ilustrador, pintor y crítico de arte con un enfoque –coherentemente resuelto– propio de este tipo de decorados que buscan explorar el universo de un creador. Sin embargo, en la segunda parte de la exposición se introduce una perspectiva muy sugerente.

Se presenta un guión con una diversidad de artistas – Picasso, Miró, Dalí, togores, Sunyer, prohibido, Torres García, etc.- que confrontan al crítico y ensayista Feliu Elias. Se trata de una selección de creadores que en su momento fueron estudiados -alabados o censurados- por Joan Sacs (heterónimo de Elias como crítico de arte) de tal manera que se creó una especie de cartografía a la luz del sistema o “realismo” de Elias. . . .

La exposición del MNAC se complementa con otra pequeña pero a la vez gran exposición en el Museu d'Art de Sabadell, ciudad natal de la familia: Los círculos de Feliu Elias en Sabadell. En este caso, comisariada por Mariona Seguranyes, se trata de una investigación sobre los orígenes y el contexto familiar y cultural de Elías, que ayuda a comprender al artista y el mensaje que, como encerrado en una botella y arrojado al mar, intentó transmitir. comunicar .