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Un azul intenso, entre índigo y cobalto, colorea los ambientes del vida en emergencia en la Fundación Sorigué de Lleida. El artista juan zamoraPremio Princesa de Girona de las Artes y las Letras 2017, evoca ese momento de tránsito al anochecer o al amanecer cuando La intensidad cromática precede a un cambio de estado.un nacimiento o una muerte.

Este azul nos acompaña a través de 9 salas con piezas de 2008, en las que su obra destaca entre el arte y la ciencia: a veces hablar biodiversidad o extinción -como en cada flor perdidaen el que dibuja fielmente plantas en peligro de extinción en Cataluña–, y otras para traducir al metáfora -como en Amardos relojes opuestos cuyas manecillas están unidas por una cuerda que se enreda con el paso del tiempo, o incluso con la música.

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Nos faltaron algunas hojas de habitación que explican el procesos biológicos con los que trabaja Zamora, como hojas de olmo enfermas, devoradas por escarabajos, cuyos patrones de agujeros se ensamblan formando un pentagrama y son reproducidos en varias cajas de música que el espectador puede activar; o sobre el proceso de descelularización que sufren algunas hojas para volverlas bioluminiscentes en colaboración con el Instituto de Alta Tecnología de Bergen y el Instituto Carlos III de Madrid.

'Cultivar el aire' es su pieza más espectacular: en ella reúne bacterias y hongos obtenidos tras exponer al aire placas de Petri de distintos lugares de Lleida

Zamora mantiene su práctica del dibujo. Quizás hoy no tenga sentido dibujar con la misma precisión que una huella dactilar o un atlas botánico. ya que el artista hace esto con la ayuda de un microscopio electrónico y sus líneas hiperprecisas engañan a la vista. Excepto por la salvedad de que utiliza cuadernos de cuando su madre era costurera y anotaba las medidas de los miembros de la familia, o un libro de texto de su abuelo. Allí, los dibujos adquieren nuevos significados desde lo personal hasta lo universal, incidiendo en una mirada antropocéntrica que apunta al ser humano, y al propio artista, como eje de la historia.

Pero no nos equivoquemos, Zamora no es un simple caricaturista, también es un biohacker. tu pieza la luz apareceen el que inocula un fluido bioluminiscente en las venas de hojas de espinacas y girasoles, es biotecnológico y lo acerca a artistas clásicos del bioarte como Eduardo Kac y es famoso Conejo GFP (2000), un conejo bioluminiscente al que inoculó ADN de medusa y al que llamó “Alba”.

Juan Zamora: 'Emergindo a luz (Annus Futurm)', 2023

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Juan Zamora: 'Emergiendo la Luz (Annus Futurm)', 2023

©Fundação Sorigué

La instalación de Zamora sale cada minuto y medio para que hojas biomodificadas aparezcan sobre el suelo de bosques quemados en Madrid y Cataluña bajo lámparas negras, construyendo una escenografía entre sensacionalismo, ciencia ficción y magia.

cultivar el aire Es su pieza más espectacular. En él reúne bacterias y hongos obtenidos tras exponer al aire las placas de Petri de distintos lugares de Lleida, incluida la propia fundación o la catedral, creando un bosque microbiológico de más de 100 especies que cuelgan del techo, tímidamente iluminados, formando un bello retrato del mundo invisible que nos rodea y que inconscientemente inhalamos cuando respiramos.

[Juan Zamora, por orígenes]

Juan Zamora.  ©Fundação Sorigué

Juan Zamora. ©Fundação Sorigué

Juan Zamora (Madrid, 1982) se dio a conocer por esos pequeños y sugerentes dibujos infantiles que animaba con humor. Ganó los premios de la juventud por Circuitos (2005) y Generaciones (2016) y, pronto, su obra envejeció y abordó la biología y el medio ambiente. Esta es su exposición más importante hasta la fecha.