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Si intentas reconocer un personaje de los nuevos óleos de Simeón Saiz Ruiz (Cuenca, 1956) será imposible. Todos te resultarán familiares, pero al mismo tiempo extraños.
No le llevará mucho tiempo darse cuenta de que ésta era precisamente la definición de Unheimlichde lo siniestro, enunciado por Sigmund Freud en su célebre texto del mismo nombre. el extraño familiar“Lo terrible que afecta a las cosas conocidas y familiares de antaño”, es una emoción inquietante difícil de describir.
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La exposición Fotos (Das Unheimlich) continúa su investigación pictórica como vehículo de lo verdadero, o al menos de lo plausible. Los vínculos entre fotografía y pintura están pervertidos en este artista imprescindible en la historia de la pintura histórica española contemporánea y lo hacen a través de un estilo personal, un método propio en el que inventa su propia técnica.
Sus temas muestran memorias distorsionadas e inquietantes de nuestro presente histórico.
En la galería F2 podemos ver escenas indeterminadas de pandemia, escenas cotidianas tomadas en cualquier soporte, óleos y dibujos sobre papel.
Lo especial es la forma de pintarlos, que desplaza y continúa el estilo pictórico de Saiz, el de la fragmentación de la pincelada en una nueva versión. Si te acercas lo suficiente al lienzo, podrás ver cómo aplica una técnica de dibujo, el rayado o el entramado, al cuadro.
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A través del tejido se consiguen diferentes valores tonales, volúmenes y contornos dependiendo de la proximidad de las líneas entre sí. También la capa inferior en la que aplicas los colores, principalmente planos y primarios, se extiende de la misma forma en finas líneas contiguas.
El resultado es algo contornos indefinidos, en zigzag y pixelados, como si fueran generados mediante código informático ASCII en una computadora de 8 bits. Vistos de cerca crean interesantes composiciones geométricas abstractas en las que línea y color se mezclan de forma minimalista y sorprendente.
[Simeón Saiz Ruiz, la mentira del frontoviki]
Saiz Ruiz, discípulo insigne del pintor abstracto Fernando Zóbel, doctor en Filosofía con tesis sobre Derrida y profesor de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, exposiciones desde 1976 siempre articulando las variables de colores planos, dibujos de líneas gruesas e imágenes a partir de fotografías.
En 1994 recibió el premio L'Oréal y su obra pertenece a las colecciones del Museo Reina Sofía, la Fundación ”la Caixa” o el Museo Patio Herreriano. Su pintura conspira con la mimesis en procesos complejos y laboriosos que recuerdan al puntillismo neoimpresionista, pero mueve tus temas que, lejos de Alegría de vivirmuestran memorias distorsionadas y perturbadoras de nuestro presente histórico.