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Se dedicaron grandes exposiciones al marchante y esto no es un descubrimiento. Fundamentalmente –aunque tiene en cuenta los avatares de la biografía de Daniel-Henry Kahnweiler y sus libros de artista – es un viaje visual a través de los artistas cercanos al marchante. Este recorrido se limita a exhibir las colecciones del Centro Georges Pompidou desde que su hijastra y yerno –también galeristas ellos mismos–, Louise y Michel Leiris, donaron su colección al museo parisino.

Un recorrido visual, decíamos, que no aborda el porqué, el “cómo funciona”, y ese es el tema que se debería haber desarrollado. Cuenta la leyenda que el comerciante Kahnweiler tenía un olfato muy agudo y que, dotado de una refinada sensibilidad, sabía detectar el talento... Bueno, Estamos convencidos de que no tenía ni olfato ni juicio artístico..

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Que tuviera o no buen gusto o que no entendiera el arte no importa, ni tampoco significa menospreciarlo. Pero sus apuestas no respondieron a criterios artísticos, sino, digamos, a una estrategia de negocio. Basta mirar sus declaraciones escritas y notas para comprender que su forma de trabajar servía para otros motivos.

George Bracque: 'O Golfo de Lecques', 1907. Centro Pompidou.  Paris

George Bracque: 'El golfo de Lecques', 1907. Centro Pompidou. París

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Kahnweiler (1884-1979), procedente de una familia de pequeños financieros judíos, siempre tuvo inquietudes culturales. Fue un apasionado amante de la música e incluso tuvo una pequeña colección de grabados y obras de pequeño formato, pero él mismo explica que “no tenía ni idea del oficio de pintar”. Sin embargo, tenía una concepción básica de la actividad comercial: tenía que trabajar con artistas de su generación, si “compraba a los grandes pintores cuando eran jóvenes, tenía que ganar dinero”.

Adquirir obra de artistas jóvenes significa comprar a buen precio para que algún día alcancen un precio alto. Kahnweiler podría estar interesado en Gauguin o Cézanne, por ejemplo, pero su precio ya era demasiado alto, inasequible para él y, además, explicó, nunca podría conocerlos. Otro aspecto complementario: la exclusividad o creación de una existencias que fue una de las bases del mercado del arte del siglo XX. Esto es, un contrato entre artista y marchante –Generalmente se trata de un salario combinado– a partir del cual el marchante monopoliza toda la producción del artista.

Fernand Léger: 'A Roda Vermelha', 1920. Centro Pompidou.  Paris

Fernand Léger: 'La rueda roja', 1920. Centro Pompidou. París

En otras palabras, se crea una situación de monopolio que permitirá controles de precios en el futuro. Él existencias Es una inversión de futuro, ya que el comerciante controla la oferta y fomenta la demanda.

De hecho, te guste o no este sistema, la figura del marchante aparece como fundamental para la creación del arte del siglo XX. Viabiliza el trabajo de investigación del artista proporcionándole condiciones económicas. También media entre el artista y el público. Esto es lo que se llama promoción: valorar, prestigiar algo que a priori no tiene valor estético ni económico y que es rechazado por el gran público.

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Poco después de abrir su tienda, Kahnweiler visitó el estudio de Picasso, del que había oído hablar, y tuvo la oportunidad de ver Las damas de Aviñón (1907). Es evidente que no pudo comprender aquella obra, ni tenía las instrucciones de lectura necesarias, que llegaron después. Pero Picasso era la oportunidad que estaba buscando. Posiblemente contribuyeron otros factores, como la personalidad arrolladora del español. Aunque si le interesaba era porque era algo incomprensible y extraño.

Juan Gris: 'O livro', 1911. Centro Pompidou.  Paris

Juan Gris: 'El libro', 1911. Centro Pompidou. París

Un problema por resolver, algo que aún estaba por hacer, pero que con el tiempo –la promoción– podría transformarse en un valor estético y económico. Picasso fue uno de los primeros, le siguieron abrazadera, lector, Gris y después klee cualquier masóngrandes nombres de la historia del arte.

Y, sin embargo, el recorrido visual que nos ofrece la exposición es interesante porque ofrece una visión panorámica del concesionario: una imagen más ambigua. Tras los tiempos heroicos y los pioneros del cubismo, Kahnweiler presenta algunos artistas que hoy sentimos alejados de una sensibilidad contemporánea: Elie Lascaux Es susana roger o pintores que no alcanzaron gran proyección como Eugenio de Kermadec, André Beaudin, Gastón-Louis Roux. ¿Por qué? El arte joven, el arte nuevo, estaba en otra parte, ya no era el de su generación.