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retrospectivo Oskar Kokoschka. Un rebelde de Viena es un proyecto compartido por el Museo Guggenheim de Bilbao y el Musée d'Art Moderne de París, como parte de las reseñas que el museo programa para examinar la trayectoria de los artistas modernos.

La exposición da cuenta de los intentos El expresionismo crítico de Kokoschka (1886-1980), y sus divergencias con el modernismo vienés y sus desviaciones decorativas. Y, al mismo tiempo, su carrera estuvo marcada por otras disidencias con la evolución de las guerras y los totalitarismos de diversa índole que asolaron Europa a lo largo del siglo XX.

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El 1 de marzo de 1886, nació Oskar Kokoschka en el seno de una familia de origen humilde, en la ciudad austriaca de Pöchlarn, situada a orillas del río Danubio. Desde muy joven se interesó por el arte y la literatura clásica. Durante sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Viena, recibió una poderosa influencia del artista Gustav Klimt, el psicoanalista Sigmund Freud, el compositor Gustav Mahler y el arquitecto Adolf Loos. En 1908 terminó sus estudios y al mismo tiempo Comienza su actividad como escritor, que compagina con su dedicación a la pintura..

'Autorretrato de um Artista Degenerado', 1937. Galeria Nacional da Escócia.  © Fundação Oskar Kokoschka, 2023, VEGAP, Bilbao

'Autorretrato de un artista degenerado', 1937. Galería Nacional de Escocia. © Fundación Oskar Kokoschka, 2023, VEGAP, Bilbao

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La exposición se organiza según los períodos y contextos en los que se desarrolla su recorrido artístico y vital. En la sala de introducción, 'A niño aterrador En Viena (1907-1916)', se desarrollan sus primeros desafíos a la complacencia del estilo decorativo y las convenciones artísticas del Art Nouveau vienés. Siempre atento a la figura humanamodulado por un expresionismo sui generis cuyo énfasis cromático será un atributo formal muy reconocible y análogo a los fauves, que fueron contemporáneos.

En retratos y autorretratos, su ingenio introspectivo se manifiesta para moldear el alma y la personalidad de sus modelos. Todo esto consolidaría su fama como “Kokoschka el retratista”. En 1912 conoció a Alma Mahler con quien mantuvo una convulsa y apasionada relación amorosa durante varios años. Yo motivaría fotos como la novia del viento1913.

En el retrato, el ingenio introspectivo de Kokoschka captura el alma.

La segunda sección, “Los años de Dresde (1916-1923)”, relata varios hechos relevantes. La ruptura con Alma Mahler en 1914 y su participación en la Primera Guerra Mundial como caballero durante 1914 y 1915, donde resultó gravemente herido. Todo ello marcará la práctica artística y literaria de este período. Destacan sus pinturas autorretrato1917, poder de la música1918, y El pintor II (El pintor y su modelo II)1923. En esto enuncia una ironía total: en la pantalla, en lugar del modelo, se representa a sí mismo.

[Londres, 1938: en defensa del "arte degenerado" alemán]

“Viajes (1923-1934)” es la siguiente sección. Tras dejar su puesto docente en la Academia de Bellas Artes de Dresde, viaja por Europa, África y Oriente Medio, pintando numerosos paisajes, como el vibrante Marsella, puerto II1925, y retratos como el dedicado a Brancusi, de 1932.

“Resistencia en Praga (1934-1938)” incluye obras de su estancia en esa ciudad durante la guerra civil entre socialistas y fascistas en Austria. Se reaviva su activismo contra el avance totalitario y algunos de sus cuadros fueron incluidos por los nazis en exposiciones de arte degenerado. Autorretrato de un artista degenerado, 1937, fue su respuesta a este hecho. También destaca en este periodo la primavera1922-1938.

'O poder da música', 1918. Van Abbemuseum, Eindhoven.  © Fundação Oskar Kokoschka, 2023, VEGAP, Bilbao

'El poder de la música', 1918. Van Abbemuseum, Eindhoven. © Fundación Oskar Kokoschka, 2023, VEGAP, Bilbao

Los nacionalsocialistas anexionaron Austria y se vio obligado a “exiliarse en Inglaterra (1938-1946)” con Olda Palkovska, a quien conoció en Praga y con quien se casaría en 1941. Una ácida ironía caracteriza el cuadro. Anschluss. Alicia en el País de las Maravillas1942. La última sección “Un artista europeo en Suiza, 1946-1980” es la más larga y muestra su poder por el retrato y el autorretrato y por las alegorías visuales que traman sus disputas con la historia contemporánea y la herencia clásica.

[Max Beckmann, en los altares]

En la década de 1950 inició un distanciamiento crítico de sus contemporáneos. En este apartado brillan sus formidables autorretratos de 1948 y 1969 o la representación de personajes como Pablo Casals, 1951. También las fascinantes recreaciones alegóricas de Teseo y Antíope (El secuestro de Antíope)1958-1975, y El ocaso de Europa1968. Precisamente en este cuadro Pide la invasión rusa de Praga.

Su tensión expresionista y la riqueza cromática de sus obras encontrarían eco en la renovación de la pintura alemana.

Kokoschka también utilizó el teatro, la escritura y el activismo político para demostrar la imbricación ética y estética de su compromiso. Su tensión expresionista y la riqueza cromática de sus obras encontrarían eco en la renovación de la pintura alemana de los años 1970 y 1980, encabezada por los Neue Wilde –los Nuevos Salvajes–, interesados ​​también en la acción pictórica vivaz, emotiva y en ocasiones crítica.

Como parte de esta magnífica exposición, se proyectará la película. Kokoschka, trabajo-viedirigido por Michel Rodde en 2017. Además, el catálogo traza un recorrido exhaustivo por la carrera del pintor con valiosas aportaciones. No dejó de postular un proyecto europeo que permitiría una pluralidad de singularidades culturales y políticas, en un proyecto democrático hecho y por hacer.